... un loft que está situado a 40 km de Zaragoza?
Como siempre he empezado por el final, (o quizás por el principio) ya que he expuesto la parte lúdica de poseer un loft.
El otro día, estaba viendo Crematorio y en un momento dado, me parece que hablando de Manhattan, comentaron de un sitio donde se podía comer, dormir, beber, vivir y trabajar sin tenerse que desplazarse a ningún sitio.
Pues bien, sin haberlo previsto me adelantó la idea de la próxima entrada en este blog. Se me vienen a la mente demasiadas profesiones liberales que podrían constituir en este núcleo su reducto de trabajo y convivencia. Podría venir a ser lo mismo que Mariscal montó en su día en el Poblenou en Barcelona, Palo Alto me parece que se llama. La desventaja es que no es Barcelona, la ventaja es que su precio puede llegar a ser la décima parte.
Se me ocurre por un ejemplo un fotógrafo con su propio estudio de fotografía, un músico con su propio estudio de grabación, un arquitecto, un diseñador, un ingeniero con su propio estudio de proyectos.
Si seguimos imaginando se me ocurre también un pintor, que de hecho tendría a un famoso pintor aragonés como vecino, una bailarina con grandes espacios para poder practicar, un concertista que tenga un gran piano de cola y no haya podido encontrar el sitio ideal donde establecerse.
Podemos también imaginar a un artista plástico, con grandes esculturas encuadradas en el centro del espacio. Un marchante de arte con su propia galería de arte o incluso una modista o un sastre con su propia pasarela. Un diseñador de joyas con su propio taller y su show room.
Las posibilidades son infinitas; no solo eso, personalmente pienso que inigualables ya que no se me ocurre ningún otro concepto similar en Zaragoza y alrededores.
Pero si pensamos en el edificio C, con espacios rectangulares de 500 metros cuadrados, nuestra imaginación puede llegar a desbordarse.
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